Los Efectos de la Comida en los Niveles de Azúcar en la Sangre son Muy Individuales

02.12.2015

El estudio más grande en su tipo sugiere que las recomendaciones nutricionales deben ser personalizadas

¿Qué alimento es más probable que aumente los niveles de azúcar en la sangre, el sushi o el helado? De acuerdo con un estudio del Instituto Weizmann, publicado en la edición del 19 de noviembre de la revista Cell, la respuesta varía de persona a persona. El estudio, que durante una semana monitoreó de manera continua los niveles de azúcar en la sangre de 800 personas, revela que la reacción del cuerpo a cualquier alimento es altamente individual.

 

El estudio, llamado Proyecto de Nutrición Personalizada (www.personalnutrition.org ), fue realizado por los grupos del Prof. Eran Segal, del Departamento de Ciencias de la Computación y Matemática Aplicada, y del Dr. Eran Elinav, del Departamento de Inmunología. Segal dice: “Decidimos enfocarnos en el  azúcar en la sangre ya que niveles elevados de de azúcar son un factor de riesgo importante relacionado con la diabetes, la obesidad y el síndrome metabólico. Las grandes diferencias que encontramos en el incremento de los niveles de azúcar en la sangre entre distintas personas que consumieron comidas idénticas, explica  por qué elecciones alimentarias personalizadas probablemente ayuden más a la gente a tener buena salud, que consejos nutricionales universales”. De hecho, los científicos descubrieron que distintas personas responden de manera muy diferente tanto a comidas simples como a complejas. Por ejemplo, los niveles de azúcar en la sangre de un número grande de participantes se elevó abruptamente después de consumir una comida con glucosa estandarizada, pero en el caso de muchos  otros, los niveles de azúcar sanguíneos se incrementaron al comer pan blanco pero no después de la comida con glucosa. Elinav: “nuestro objetivo en este estudio fue encontrar los factores que determinan una respuesta individualizada de los niveles de glucosa en la sangre ante la ingestión de comida. Nosotros utilizamos esa información para desarrollar recomendaciones nutricionales personalizadas que puedan ayudar a prevenir y tratar la obesidad y la diabetes, que son algunas de las epidemias más severas en la historia de la humanidad.”

 

David Zeevi y Tal Korem, estudiantes de doctorado en el laboratorio de Segal, condujeron el estudio. Ellos colaboraron con el Dr. Niv Zmora, quien es médico y realiza sus estudios de doctorado en el laboratorio de Elinav, y con la estudiante de doctorado Daphna Rothschild y la Investigadora Asociada, la Dra. Adina Weinberger, del laboratorio de Segal. El estudio fue único en su escala y en la inclusión del análisis de los microbios del intestino, colectivamente conocidos como microbioma, que recientemente se ha mostrado juegan un papel importante en la salud y en la enfermedad de los humanos. Los participantes del estudio fueron equipados con pequeños monitores que medían  continuamente sus niveles de azúcar en la sangre. Se les pidió que registraran todo lo que comían así como información relacionada a su estilo de vida como el dormir y la actividad física. En total, los investigadores evaluaron la respuesta de distintas personas a más de 46,000 comidas.

 

Tomando en cuenta estos múltiples factores, los científicos generaron un algoritmo para predecir la respuesta personal a la comida basado en los estilos de vida de las personas, el historial médico, y la composición y función de su microbioma. En un estudio sucesivo con otros 100 voluntarios, el algoritmo predijo de manera exitosa el incremento del azúcar en la sangre al ingerir distintas comidas, demostrando que podía ser aplicado a nuevos participantes. Los científicos pudieron mostrar que el estilo de vida también es importante. La misma comida afectó los niveles de azúcar en la sangre de manera distinta en la misma persona, dependiendo, por ejemplo, de si su consumo fue antecedido por ejercicio o por un período de sueño.

 

En la etapa final del estudio, los científicos diseñaron una intervención dietaria basada en su algoritmo; esto fue una prueba de la capacidad de poder prescribir recomendaciones dietarias personales que disminuyan el efecto de los niveles de glucosa en la sangre en respuesta a la comida. A los voluntarios se les asignó una “buena” dieta personalizada durante una semana y una “mala” dieta personalizada durante otra semana. Tanto la buena como la mala dieta fueron diseñadas con el mismo número de calorías, pero diferían para cada participante. Algunos de los alimentos de la “buena” dieta de una persona, formaban parte de la “mala” dieta de otra. Las “buenas” dietas de hecho lograron mantener el azúcar sanguíneo en niveles estables y saludables, mientras que las “malas” dietas frecuentemente provocaron picos en los niveles de glucosa, todo durante una sola semana de intervención. Además, como resultado de las “buenas” dietas, los voluntarios experimentaron cambios consistentes en la composición de su microbioma intestinal, lo que sugiere que el microbioma puede ser afectado por las dietas personalizadas y también jugar un papel en la respuesta de los niveles de azúcar sanguíneos en los participantes.

 

Una animación que describe el estudio puede ser encontrada en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=Ryc5M3Ciytg&feature=youtu.be  

 

Los científicos están actualmente enrolando voluntarios Israelíes para un estudio a  largo plazo sobre la intervención dietaria que se enfoca en personas con niveles consistentemente altos de azúcar en la sangre, quienes se encuentran en riesgo de desarrollar diabetes. El objetivo es prevenir o retrasar la enfermedad. Para más información, se ruega visitar el sitio  www.personalnutrition.org  .

 

En esta investigación también participaron Orly Ben-Yacov, Dar Lador, la Dra. Tali Avnit-Sagi, la Dra. Maya Lotan-Pompan, Elad Matot, Gal Malka, Noa Kosower, Michal Rein y Rony Bikovsky, del laboratorio de Segal; Jotham Suez, Jemal Ali Mahdi, Gili Zilberman-Schapira, Lenka Dohnalova y la Dra. Meirav Pevsner-Fischer, del laboratorio de Elinav; el Dr. David Israeli, del Centro de Salud Mental de Jerusalén; y el Prof. Zamir Halpern, del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv.

 

 

Las investigaciones del Prof. Eran Segal son financiadas por el Centro Crown de Genoma Humano, el cual dirige; la Fundación Adelis; el Consejo Europeo de Investigación; el Sr. y la Sra. Donald L. Schwarz, Sherman Oaks, California; Leesa Steinberg, Canadá; y Jack N. Halpern, Nueva York, NY.

 

 

Las investigaciones del Dr. Eran Elinav son financiadas por la Fundación Abisch Frenkel de Promoción de las Ciencias Biológicas; el Fondo de la Familia Gurwin para la Investigación Científica; el Fondo de Beneficencia Leona M. y Harry B. Helmsley; el Fondo Crown de Investigación en Inmunología; la Fundación Adelis; la Fundación Rising Tide; la Cátedra Vera Rosenberg Schwartz de Investigación; Yael y Rami Ungar, Israel; John L. y Vera Schwartz, Pacific Palisades, California; Alan Markovitz, Canadá; Leesa Steinberg, Canadá; Andrew y Cynthia Adelson, Canadá; el Fondo de Jack Gitlitz; el Fondo de Lydia Hershkovich; el Sr. y la Sra. Donald L. Schwarz, Sherman Oaks, California; Jack N. Halpern, Nueva York, NY; y Aaron Edelheit, Boca Raton, Florida. El Dr. Elinav es titular de la Cátedra Rina Gudinski de Desarrollo Profesional.

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